Piel de Armadillo de Jordi Puntí es un libro que se caracteriza por retratar a sus personajes como armadillos, seres que aparentan fiereza pero en el fondo son vulnerables, tal como la sociedad que el autor describe. A través de una serie de relatos, Puntí nos muestra a personas comunes que se ven tentadas por destellos de locura que rompen con su monotonía diaria.
El libro comienza con un narrador que viaja en tren y se encuentra frente a un futuro asesino pasional, luego nos sumerge en la vida de una mujer que sueña con tener una aventura al observar a sus vecinos en un atasco, y también nos presenta a un escritor de éxito que es suplantado por su vecino. Estos personajes, en apariencia anodinos, experimentan la posibilidad de una vida intensa y diferente, pero el autor deja en manos del lector la resolución de sus conflictos.
Jordi Puntí demuestra una maestría en su estilo narrativo, con frases lacónicas y un humor sutil de estilo británico que revela un vigor narrativo aparentemente desapasionado. A través de estos relatos, explora la fina línea que separa la buena fe de la maldad como un sentimiento liberador, mostrando que la cotidianidad está llena de dramatismo y que la vida solo cobra significado cuando se vive plenamente.
Con una especial ironía e inteligencia, el autor invita al lector a reflexionar sobre las decisiones que toman los personajes y cómo estas pueden cambiar el curso de sus vidas. Piel de Armadillo es un libro que desafía al lector a cuestionar la aparente tranquilidad de lo cotidiano y a explorar las emociones y deseos que se esconden bajo la superficie de la aparente normalidad.